viernes, 31 de mayo de 2013

ERAN COMO DE LA FAMILIA: PENÉLOPE Y ZANKAO.

ZANKAO.
                                                                               PENÉLOPE.

Os voy a contar una historia real que viví hace ya unos años.

 Todo empezó cuando me vine a vivir a Málaga, al poco tiempo de estar instalado en la ciudad un familiar me regala una gatita siamés de pocas semanas de edad que provenía de Sevilla, el regalo lo acepté claro está y lo primero que se me ocurrió fue ponerle nombre, después de barajar unos cuantos le puse Penélope, "mi Penélope"

 Al principio extrañaba su nuevo hogar pero poco a poco se fue adaptando, los primeros días como era pequeña se alimentaba de leche, yo le daba leche de vaca, no de cabra, en su proceso de crecimiento le fui cambiando la alimentación, dejó de tomar leche para así empezar con la comida seca, granulada.

 Fue creciendo y una vez adulta la veo que tiene un comportamiento extraño, la veo inquieta, corría de aquí para allá, al principio me alarmé un poco porque no sabía que le pasaba, hasta que me dí cuenta que ese comportamiento tan extraño era porque le había entrado el celo, estaba ilusionado porque quería tener crias de mi gata.

 la suerte de todo fue que el mismo familiar que me regaló la gata me trajo al padre de ésta, también proveniente de Sevilla, más que nada lo hicimos así para que conservara la pureza de sangre, los genes, no quería que se aparease con otro gato, Los hicimos así, se aparearon y a los pocos meses veo que la gata se quiere poner a parir, le preparo una caja de cartón y enseguida se metió dentro a parir, al rato, escucho un lloro entre cortado y descubro que ya había parido un gatito, que alegría me dió, a los pocos minutos veo que pare otro gatito, ya van dos, que bien, estaba deseando de ver al tercero, pero el tercero no venía, me di cuenta que no iba a parir más.

 Normalmente algunas gatas primerizas suelen parir pocos gatitos, en fin, me doy por satisfecho.
 Llegó la noche, me voy a la cama para dormir, me quedo dormido y al despertar al día siguiente, cual fue mi sorpresa que me encuentro a la gata y a los dos gatitos en mi cama, dejó la caja de cartón para venirse a mi cama, donde ella pensó que se sentiría más segura, CURIOSO, nunca había visto ese comportamiento de los gatos, ella pensaría que con mi presencia tendría más protección de sus crias, claro está, no la dejé en la cama, no podía ser, asi que la volví a poner en la caja de cartón, al principio era reacia en abandonar la cama, si yo cogía los gatitos para ponerlos en la caja ella los volvía a coger con la boca y los volvía a llevar a la cama, pero se dió cuenta que yo no quería eso, hasta que tuvo que aceptar estar en la caja de cartón.

 A los pocos días se me ocurrió ponerles nombres a los dos gatitos, me dí cuenta que eran macho y hembra, al gatito le puse "Zankao", y a la gatita "Liara" cuando ya eran adolescentes su madre y yo los llevamos al jardín para enseñarles a cazar, al principio yo amarraba un trozo de carne al extremo de una cuerda y ellos corrían para atrapar ese trozo de carne, claro está no se lo ponía tan fácil para que lo atrapase, si yo corría ellos corrían detrás de mi para atrapar el trozo de carne, a los pocos dias ya cazaban por su cuenta, insecto que veian insecto que atrapaban, después se pasaron a las lagartijas y ranas, la verdad que aprendieron muy deprisa a cazar, hasta que por último ya cazaban pajarillos al vuelo, se convirtieron en unos grandes cazadores.

 Tras unas semanas de disfrute gatuno, un vecino tocaba a mi puerta y me daba la mala noticia que mi Penélope fue atropellada por un coche y la mató, no sabéis como me afectó el acontecimiento, estuve unos dias muy mal, me puse muy triste, fue muy duro y doloroso, a los animales se les coge cariño igual que a las personas, y eso lo sabe quién halla tenido una mascota durante tiempo, la cogí entre mis brazos y la enterré bajo un olivo, adios Penélope adios le dije,,,,,,,

 Pasado un tiempo ya con mis dos gatitos adultos, me trasladé a otra casa de otro pueblo, también de la provincia de Málaga, !!sabéis como son los gatos cuando ven un lugar que no conocen!!, se asustan y se ponen nerviosos, pues bien, una vez en el nuevo domicilio al sacar la gatita del coche saltó, dió un salto toda nerviosa y se escapó, se me perdió por una calle extraña para ella y ya no la voví a ver más a mi gata "Liara". Por suerte el gatito, mi "Zankao", no se puso tan nervioso y aceptó el nuevo hogar.

 Transcurrido un tiempo, ya completamente instalado, mi Zancao fue ganandose el respeto ante los demás gatos del barrio, todos los gatos les respetaban por su fortaleza y valentía.
 Otro detalle curioso de mi gato era que si estaba en los tejados y lejos, cuando me oía llegar con mi coche venía siempre a saludarme, cuando yo abría la puerta del coche él se metía dentro para rozarse contra mi con su cabeza, esa es su forma de saludar, los felinos suelen rozar sus cabezas para saludar, en fin, eso siempre lo hacía cuando me escuchaba aparecer con el auto.

 Mi gato indudablemente tenía la inteligencia y genes de la madre, su comportamiento era super inteligente,
 Una vez, una vecina me dió unos gatitos recién nacidos que su gata había parido a destiempo, los había tenido en el mes de enero, cosa inusual, en esas fechas las crias de gatos se mueren de frío y más si no son atendidos y cuidados por su madre, casi todos sabéis que los gatos machos no cuidan a sus crias, se desentienden por completo, pues bien, mi gato al ver a esos gatitos temblando de frío se acurrucó con ellos para darle calor, eso es otra cosa inusual y más aún sin ser hijos suyos, pues mi gato lo hizo, hasta lamerlos y no un día si no muchos días, al final esos gatitos murieron por faltarle la leche materna de la madre, y también por ser tan pequeños y por hacer tanto frío, alomejor mi gato sabría que se morirían, por eso les dió ese calor extra, pienso yo.

 A mi Zankao, le había cogido mucho cariño igual que a la madre, ( la Penélope), era como de la familia, no parecía un gato a comportamiento se refiere,
 Tras unos años de conviencia, un día aparece mal herido de una pata, unos niñatos con una escopeta de plomillos les había disparado, solo por el mero hecho de diversión, que sinvergüenzas, al final me enteré quienes fueron,,,,, transcurrido unos meses mi gato no apareció, pasaban los días y no aparecia, yo lo llamaba y no recibía respuesta, cuando yo llegaba con mi coche a casa ya no me recibía como antes, no lo veía por ningún lado, saqué la conclusión que esos sinvergüenzas me lo habían matado con un disparo certero en la cabeza, mi rabia fue que no pude juzgarlos, porque no los habia visto disparar, pero pienso que fueron ellos, ya no supe nada más de mi gato Zankao, adios mi Zankao, adios, hasta siempre...........

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